Pues decidí... buscando por ahí alguien que compartiera conmigo la posición de que la vida esta llena completamente de decisiones me encontre con un blog a quien le doy el mérito de algo que transcribiré. Y es que ya he "decidido" convertir este blog en un blog reflexibo de la vida diaria, de lo que sentimos y expresar lo que pienso porque se que más de alguno compartirá mis pensamientos.
Decidir, una palabra sencilla con un significado complicado. Un diccionario dice lo siguiente: 1. Tomar una determinación definitiva sobre un asunto: decidí comprarle dos libros en vez de uno; ha decidido que volverá en septiembre; después de muchas dudas, se decidieron; me he decidido a dejar de fumar.
Muy bien, facil de comprender, pero, ¿que tal llevarlo a la práctica?, a muchos no les gusta decidir y a otros nos gusta ser determinantes pero sobre todo a la gran mayoría nos gusta que el flujo del tiempo decida por nosotros o que alguien más lo haga por ti "Como tú decidas"... sin importar si dejamos perder algo y por último terminamos hechándo culpas a cualquiera que fuere nuestra deidad, "Dios así lo quizo" (en caso de mi religión) pero cuando realmente Dios te muestra caminos, puertas o incluso laberintos, pero tú debes decidir mientras las oportunidades esten presentes que por el paso del tiempo unas caducan y es por eso que si dejas pasar el tiempo desaparecerán esas puertas y llegará el momento en que sólo quede una... o ¿ninguna?.
DECIDÍ compartirles esta reflexión del blog http://reflexiones-penelope.blogspot.com (antes mencionado), que dice a la letra así:
Y así, después de esperar tanto, un día como cualquier otro, decidí triunfar;
decidí no esperar a las oportunidades, sino yo mismo buscarlas;
decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución;
decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis;
decidí ver cada noche como un misterio a resolver;
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades,
y que en éstas está la única y mejor forma de superarnos;
aquel día dejé de temer a perder.
Y costaba romper la costumbre, pero se pudo.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui;
me dejó de importar quién ganara o perdiera:
ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento:
el amor es una filosofía de vida.
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados
y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente;
aprendí que de nada sirve ser luz
si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad;
desde aquel día ya no duermo para descansar:
ahora simplemente duermo para soñar.
Les dejo un saludo enorme!!
miércoles, 20 de enero de 2010
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