Hoy quiero compartir con ustedes un escrito que forma parte de mi libro: Amor Divino, Divino amor. El cual ya esta en los últimos detalles para su publicación.
INSTANTES
Un instante es el que marca la diferencia, cuando te encuentras detenido, frente a ella, el cruce de miradas antes de tener cualquier reacción, ese momento dentro del reencuentro de dos cuerpos, de dos mundos paralelos que salen de su rumbo para unirse, ese momento es eterno.
Ser niño contigo a tu lado es fácil, la emoción nos motiva, nos llena de recuerdos, nos llena de los dos.
La respiración agitada y el palpitar a descompás de la misma, la sensación de amor y ternura, la emoción y desesperación dislocan cualquier sentido, haciéndonos débiles ante la presencia de un tiempo inadecuado, haciéndonos frágiles y casi esclavos de la carga de nuestros pasados.
Quisiera detener el tiempo para que el instante sea eterno, para besarte y amarte durante ese instante. Mejor te beso, mejor te amo, mientras el tiempo siga corriendo para tener más instantes, para que ese recuerdo se mantenga vivo y permanezca eterno, para que la vida y el tiempo nos llene de instantes.
El miedo sigue latente, la mente cuando trata de razonar lo que es de esencia provoca ese sentimiento: temor. Es verdad que todos tememos a un futuro incierto, pero ¿qué pasaría si nadie se aventurara y viviera temeroso? Yo prefiero aventurarme y vivir cada momento incierto, viviendo la sorpresa de no saber qué es lo siguiente.
Un instante es el que marca el rumbo hacia otro camino provocando una divertida incertidumbre de no saber cuál es el destino, siempre tratando de disfrutar lo que pretenda el tiempo con ese camino elegido.
Decisiones malas y buenas te llevan a encontrarte con otra elección, y esto es lo que provoca un ciclo interminable, pero, eso es lo que le da el sabor al camino por andar: el saber afrontar una nueva oportunidad por la lección del camino andado.
Un instante a tu lado puede marcar la diferencia entre si amo o deliro, que si deliro o amo no tiene casi diferencia, porque si deliro vivo cegado de la realidad y su camino y si amo recorro el mismo camino cegado sin saber a dónde me dirijo.
Un instante puede decirme si contigo compagino o sólo me encuentro perdido en mi camino, prefiero amarte durante este instante y verte conmigo mientras camino y juntos andemos por el destino.
Hoy prefiero vivir un instante y aventurarme al futuro no conocido, vivir con ese toque aventurero de lo incierto y saborear lo grato de lo aprendido.
Hoy quiero vivir ese instante contigo y seguir a tu lado para que juntos evolucionemos hacia lo más incierto mientras nos amamos en este momento.
Hoy vivo amándote en este instante, entre tus temores y mis malas decisiones, entre la desesperación y la maleza de los que no creen, aún así, prefiero vivir hoy ese instante eterno y lleno de magia, mañana será otro instante.
Dante I. Castañeda
miércoles, 12 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario